lunes, 9 de mayo de 2011

Guatita Llena... Corazón Contento!


Creo firmemente que una de las cosas que nos llenan de orgullo a las madres es el hecho de dar pecho. Es un privilegio que adquirimos con nuestra condición de madre que nos diferencia del resto de los de nuestra especie y nos identifica como las únicas capaces de preservar la vida de nuestras crías. Si uno le suma los múltiples estudios que avalan los excelentes beneficios para la salud de nuestros retoños, podríamos decir que somos la fuente del bienestar y de la salud de nuestros hijos, no sólo en el presente, sino en el futuro también.
Con estos antecedentes pienso que la mayoría de las madres cuerdas desean amamantar a sus pequeños y sentir la satisfacción de verlo crecer con dicho alimento, que a la vez reafirma el vínculo madre-hijo como ninguna otra cosa lo logra. Yo soy una de esas madres cuerdas, pero que, por causas desconocidas, no logra satisfacer por sí sola el hambre y las necesidades nutritivas de mi pequeño José Manuel. En mi primer control el doctor me dijo que estaba subiendo muy bien de peso, pero ya al segundo esta carencia se hizo notar. El doctor pronunció la horrible palabra "relleno", que para mí estaba cargada de sentido negativo. Había escuchado muchos comentarios al respecto: "es muy cara" "Después no te toman el pecho" "engordan mucho" "los niños alimentados sólo con leche materna son mas inteligentes" y suma y sigue. Así que mi rostro se desfiguró al recibir la receta de una famosa S-26 que venía a sustituirme en mi orgullosa tarea de alimentar a mi hijo.
Cual madre celosa de esta nueva competencia, no di mi brazo a torcer. Compré la famosa "fórmula" que tan arrogantemente decía ser similar a mi, y me propuse doblarle la mano en la competencia por la salud de mi hijo. Tomé gotitas homeopáticas, tomé mucha agua, tragué la famosa antidepresiva-antisicótica pastilla Sulpilán... y nada. A pesar de poder darle pecho y tener una cantidad razonable de leche, mi hijo seguía pidiendome más. Tengo que admitir que es bastante frustrante no poder cumplir con su necesidad y sumado con los múltiples comentarios escuchados y la valoración social de este famoso "relleno", me sentí muy triste y decepcionada de mi misma. Creo que una pequeña parte de mi condición de madre se quebró, así como una extraña culpa de hacer incurrir en este gasto a mi pareja en este alimento.
Pero bueno, había que asumirlo, y luego de dar pecho y notar que aun mi hijo no quedaba de todo conforme, decidí construir una amistad con esta arrogante competencia. Me permití darle el placer de satisfacer a mi hijo y de aportarle los nutrientes necesarios, y además, le permití ayudarme con los horarios y los desvelos. Ahí me di cuenta que no era tan arrogante después de todo, y que humildemente accedió a ayudarme, sin quitarme protagonismo, y dejándome ser lo más importante en la alimentación del Manu. En una conversación que tuve con este tarrito llegamos a la conclusión que juntos seríamos un buen equipo ya que lo más importante era él, y que si él tenía su guatita llena, tendría el corazón contento....Y así yo también lo tuve.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tu Blog ya casi se me ha hecho una costumbre, mas prefiero leerlo a él que leer el diario (no lo digo a modo de broma como acostumbro en mi vida cotidiana)
Yo también tuve una lucha parecida, la verdad es que Demmian no come mucho (ya que fisicamente no se parece a mi, creo que sacará más mi caracter y habitos alimenticios) pero al trabajar no podía salir de la pega 3 o 4 veces al día a darle pecho ya que la ley sólo nos obsequia 1 hora diaria (no quiero ser TAN malagradecida), así que ante la disminución en la producción de este vital elemento me vi en la forzada necesidad de pedirle a mi pediatra que me diera un relleno... con los mismos temores que tu... pero al ver que satisfacía a Demmian, me dije...bueno, una vez al día no está mal....

Pero te sorprenderías de historias que he escuchado de mamás que por no perder la "forma" de sus...ya tu sabes...dejan de amamantar al mes...lo puedes creer?????? ggggrrrrr, que rabia me dan las mujeres a veces, no entiendo como en un cerebro pueden haber tan pocas neuronas tan poca inteligencia, sentido común, criterio, instinto maternal QUE SE YO!!! privilegiar la vanalidad y el adonismo antes del bienestar de un hijo.

Anto.